El mundo está cambiando a una velocidad de vértigo, todo va muy rápido. Lo que valía ayer, hoy ha caducado ¿Y que han hecho los departamentos de RRHH para estos cambios?
Desde la superación de los jefes de personal (hace 60 años), todos los departamentos se han ido moviendo para realizar cambios de modelos ajustándose a “la moda” del momento…( os suenan los modelos de competencias, de gestión del talento, la evaluación del desempeño, encuesta de satisfacción, HRBP, coaching, etc…). A partir de estas modas, se me plantean algunas preguntas…
¿Qué utilicen las herramientas quiere decir que lo están haciendo bien? ¿Están haciendo lo correcto?
¿Las personas los perciben como una ayuda? ¿Os habéis planteado lo que aporta al negocio?
¿Todo sirve para todo?
Acaba con la endogamia
Uno de los principales problemas que veo, es que nos hemos centrado mucho en crear su lenguaje y unos modelos para ganarnos un lugar en las mesas de dirección. Y se ha perdido la perspectiva.
No tenemos que hablar de lenguajes y modelos, nosotros hablamos de personas. Y lo peor de todo en cuanto a la gestión de personas, es cómo en el fútbol o en el cine, todo el mundo se cree experto y lamentablemente, no es así.
Tenemos que dejar de hablar para nuestros colegas y hablar para las personas de la empresa. Todo el mundo lo tiene que entender porque se hacen las cosas, cual es el objetivo y para que se va a utilizar lo que se hace. Y sobretodo, cómo le ayudan esas acciones. Parece sencillo, pero tengo la sensación de que no se hace así. Toca cambiar.
Cómo conectar a las personas con el proyecto
A partir de ahora, la principal función/ responsabilidad va a ser conectar con las personas de la organización y ser un facilitador en las nuevas relaciones humanas. Las personas estarán donde quieran estar, no donde están. Por eso, es fundamental la conexión del trabajador con la empresa, y creo que se puede conseguir si tenemos el foco en las personas. Te dejo 9 ideas que te pueden ayudar:
Desarrolla continuamente. Es necesaria la responsabilidad de trabajar por la empleabilidad constante de las personas, darles herramientas para que sigan actualizados, capacitar para el avance en su carrera, permanentemente. Asumir la responsabilidad más allá del puesto de trabajo. Incluso más allá de la empresa.
Dale sentido a lo que hacemos. Alinea los proyectos a las personas que quieren realizarlos, no asignes los proyectos por cargo o antigüedad, eso ya no vale. No se va a volver a aceptar que los jóvenes les hagan los trabajos a los seniors. Pero sí que trabajen conjuntamente para construir desde enfoques distintos.
Deja espacio para la creación. Da la posibilidad de crear en la organización, todos debemos ser partícipes. En el área de trabajo, acaba con los protocolos no perativos y deja vía libre a la creatividad para encontrar nuevas formas de hacer las cosas. Preguntaros siempre porque hacéis algo y cómo se podría hacer. Si preguntas te sorprenderás. ¿Que prefieres 3 clientes o 1 fan?
Ofrece retos. Asigna a cada persona retos que le hagan avanzar en el desarrollo que quieren conseguir, independientemente de su cargo o función. Si tienes una persona en la organización seguro que quiere cumplir sus retos en ella ¿Pero los conoces? ¿Te atreverías a ofrecerlos? ¿Dejarías espacio para proyectos personales dentro de la organización?
Identifica a las personas con el proyecto. Las personas cuando entran en una compañía tienen un nivel de ilusión muy alto, de entrada tienen confianza ciega en la empresa que confía en él. A partir de ahí, ¿Hacemos lo necesario para que las personas se identifiquen con la compañía? ¿Hacemos algo para que se mantenga la ilusión? o lo que es peor, ¿Nos estamos empeñando en que la pierdan?
Abre las puertas, derriba los muros. Libertad. Es fundamental que los profesionales de la organización salgan de sus despachos, de sus oficinas, de sus departamentos y que interaccionen con el mundo, con personas distintas a las de la organización para ganar nuevos puntos de vista. Da flexibilidad para ello, de verdad, no hay nada mejor para trabajar “out of the box”.
Crea embajadores. Felices y orgullosos. Las personas son lo más importante, ya no es una frase recurrente. Es una realidad, si no lo haces, las personas lo sabrán, lo sentirán y se lo dirán a las personas que conocen. Hablarán mal de su empresa, no la recomendarán. ¿Quieres eso? . Seguramente prefieres que le cuenten a todo el que se encuentre lo feliz que es en el trabajo. Lamentablemente eso no es fácil. Una pista: consigue un liderazgo humano.
Contagia el virus del talento. Creando contextos que permitan que las personas hagan trabajos extraordinarios. Consigue que toda la compañía identifique a los que son buenos haciendo una cosa, y que le dejen hacerla. Busca la generosidad, busca la colaboración, genera tribus internas que hagan que todo el mundo esté donde debe estar.
Reconoce. Dale valor siempre a lo que hacen las personas, un valor que sea proporcional al esfuerzo que realiza. Siente la importancia del trabajo de los demás y házselo saber. Si no lo haces, llegará un momento en el que no habrá esfuerzo y eso no es bueno, ni para la persona, ni para el negocio. Pequeños detalles, marcan la diferencia.
Preguntas que te pueden ayudar:
¿Tienes una cultura de la conexión y colaboración en la empresa?
¿Creas espacios, herramientas y contextos para que las personas permanezcan así, en la compañía?
¿Tienes líderes humanos?
¿Trabajas para que todos lo sean cuando sea necesario?