Durante los últimos meses, estamos observando claramente que las empresas son conscientes de que el talento ya no es una quimera, si no que es el valor diferencial que lleva a las organizaciones más allá y les acerca a conseguir lo que necesitan. Esta percepción está provocando una situación de aceleración en la búsqueda, atracción, liderazgo y compromiso por el talento como no lo ha habido antes.
Esto nos hace ser optimistas, porque nos muestra como el talento (y las personas) han pasado a estar en el centro de la estrategia, y se trabaja por y para él.
Es interesante este cambio de enfoque, con ello podemos hacer una lectura positiva de la superación de una de las peores épocas para el empleo y las personas en las organizaciones…hemos pasado de hablar de despidos, a hablar de talento. Y sinceramente, creo que es algo muy bueno para todos.
Estamos en una etapa de madurez, donde al fín el talento deja de ser algo de lo que se habla a ser algo que se hace. En las agendas de los Directores de RRHH/personas/Talento es prioridad número uno: tener a las personas que necesitan, en los lugares que necesitan y contando con ellas. Esto aunque parece que no es un cambio, lo cambia absolutamente todo. Hace que se replantee todo y al fin, las personas se reconocen fundamentales para la construcción de nuevas formas de hacer negocios.
Esta nueva realidad y la aceleración por el talento, tiene implicaciones claras.
Nueva planificación de plantillas
Ya no se improvisa lo que se necesita, en todos los planes estratégicos para los próximos años, se piensa que es lo que se necesita y se invierte para conseguirlo. Todas las personas de la organización conocen el talento que necesitan y se les hace participe de ello. Se analiza el talento que hay en la organización, el que hay que desarrollar y el que hay que atraer para tener éxito en el mercado.
Búsqueda de las personas concretas
Ya no vale cualquiera, es decir, se tiene muy claro que perfiles son necesarios y los valores que debe tener la persona para encajar en la cultura de la organización. Va a ser fundamental atraer e involucrar al nuevo talento para ello. Además, conviven las nuevas formas de búsqueda y atracción, con las más tradicionales. Lo importante es encontrar lo que buscamos.
Desarrollar lo que se necesita
Se tienen identificadas las personas clave, los top performers, los high potential y aquellos que tienen que mejorar. Y se diseñan acciones de desarrollo específicos para cada colectivo y persona. Ahora las compañías ponen los recursos y las personas se responsabilizan de su desarrollo. Ya no vale la formación a discreción que no aporte valor.
Comprometer a todos
Tener una cultura saludable donde todas las personas se sienten importantes y que trabajan en un buen lugar, donde su trabajo es reconocido, es básico para llevar la organización a los objetivos que se deben conseguir. Ahora más que nunca, la colaboración y el compromiso se hacen imprescindibles.
Foco en talento núcleo
Después de los recortes sufridos durante los últimos años, en los departamentos responsables de la gestión del talento se han encontrado que tiene que dar los servicios que estaban aportando al negocio pero además, asumir los nuevos retos para conseguir los resultados . Esto está provocando una reinvención de RRHH que hace que los perfiles evolucionen y se tengan que encargar de cosas distintas como el employer branding, la propuesta de valor del empleado, la gestión del talento, elaboración de planes de sucesión, etc…En definitiva que se enfoque en el Talento núcleo.
Impulsar el Talento Orbital
La evolución de los departamentos de Talento, unido a la necesidad de llegar a todo, está haciendo que se apoyen en el Talento orbital en áreas que eran impensables hace 5 años. Cada vez hay más empresas que están externalizando sus áreas de reclutamiento y selección, la gestión de proveedores del ciclo estratégico de Talento, incluso la atención a los empleados y centros de servicios compartidos. También se estan acudiendo a consultoras externas y freelances, en definitiva, lo que sea necesario para conseguir que las personas del departamento se enfoquen en la ejecución de la estrategia de Talento, sin dejar de aportar valor al negocio y a las personas.
Todas estas implicaciones están haciendo que haya una aceleración por el talento, todas las compañías están corriendo para construir sus estrategias, invirtiendo en planes de desarrollo, cuidando el compromiso, cuidando su reputación para ser atractivas, contactando a discreción con perfiles potenciales, etc. porque saben que el Talento es escaso y líquido, si no se adaptan rápidamente lo perderán y será muy difícil de recuperar.
¿Qué estás haciendo por el Talento en tu organización?¿Has empezado a acelerar?